Marcel Giró


Fotografías

Lugares y gente. 1950-1970

"... No haces una fotografía sólo con una cámara. En el acto de fotografiar aportas todas las imágenes que has visto, todos los libros que has leído, la música que has escuchado, la gente que has amado. "

Ansel Adams



En los años 50, Marcel era ya un reputado fotógrafo en Brasil y tenía un estudio fotográfico de donde salían importantes campañas de publicidad. Eran trabajos de mucha complejidad técnica con bastante gente implicada que pedían entender el punto de partida de creatividad publicitaria y a la vez aportar grandes dosis artísticas que a menudo el cliente, el tiempo o el presupuesto limitaban. 

En medio de este tráfico de gente y de dinero, Marcel descubrió el placer de salir los fines de semana a hacer fotografías sin nada más que la cámara colgada al cuello. Estoy seguro de que era una manera de reencontrarse con el hecho fotográfico, de poner el contador a cero, de afinar la mirada sin más condicionantes que el transcurrir de la luz y de la gente.

 Brasil estaba en plena efervescencia económica y el paisaje se transformaba constantemente. Los edificios de pisos, las autopistas, las fábricas y los aviones ofrecían líneas puras, ahora que Marcel jugaba magistralmente a componer con las sombras largas del invierno. Tenía suerte que los hombres vestían aún elegantes americanas y sombreros de ala ancha; cada imagen parece un still de una película de cine negro.

Su condición de exiliado, que yo también disfruté y sufrí a la vez en mi estancia de ochos años en México, seguro que le otorgaba un punto de vista particular. Quería conocer un entorno nuevo y, al mismo tiempo, saciar la necesidad de mirar, de mirar y entender constantemente lo que le rodeaba.

A nosotros nos queda un documento precioso de sus paseos, el legado de su mirada privilegiada.


Pep Avila 
Fotógrafo